Ella: ¿Estoy gorda? O ¿demasiado flaca? ¿Mi primera vez dolerá? ¿Tengo que ser frágil y dócil? ¿Es malo masturbarme?
El: ¿Los hombres no lloran? ¿Quedare en ridículo la primera vez? ¿No puedo ser tierno porque sería un homosexual? ¿Tengo que ser fuerte y dominante?
Día a día la sociedad nos infunda unos prototipos de belleza, de sexualidad, de género, que reprimen nuestras vidas, nos encasillan en una manera de pensar u otra y nos limitan de tal manera que crecemos creyendo que las mujeres son de una forma y los hombres de otra. Esto nos lleva a que si alguien es diferente a esos parámetros es humillado y discriminado, además nos pone en un abismo de diferencias inequitativo.
Los mitos sexuales son una forma de hacer que l@s jóvenes cometamos errores al iniciar una vida sexual, porque nos “enseñan” una sexualidad llena de miedos y falta de información, aun nos venden la idea de que es un pecado, de que el placer es algo pagano e incluso nos dan la idea de que el mejor método de planificación es la abstinencia, pero yo pienso que aunque sea el único 100% seguro, no es un pecado sentir placer y compartirlo con otro sanamente y con responsabilidad, ya sea del mismo sexo o sexo opuesto, la poca responsabilidad de l@s jóvenes en su sexualidad es por la falta de comunicación, porque siempre este tema ha sido un tabú para la gente y no se habla abiertamente como debería ser. Pero a cambio la publicidad sexista es el pan de cada día en nuestra sociedad, poniendo el cuerpo de la mujer como una mercancía asociándola a productos que no tienen ninguna relación como una cerveza o un perfume, afirmando los estereotipos, generalizando los cuerpos, poniendo unas medidas perfectas, no les importa el impacto social tan peligroso que generan ya que una chica puede tener trastornos alimenticios tratando de imitar a una modelo. En definitiva se mueve mucha doble moral, porque mientras las entidades religiosas nos reprimen la sexualidad, la publicidad nos la mete por los ojos y no de la manera más sana.
Perspectivas históricas y el patriarcado, nos han fundamentado ideas de los roles que deben cumplir los hombres y las mujeres en la sociedad siempre quedando en desventaja los roles de la mujer, incluso el mismo lenguaje suprime a la mujer cuando generaliza los dos términos (femenino/masculino) y recordemos que el lenguaje estructura nuestro pensamiento, de esta forma el patriarcado que es la práctica del machismo, discrimina a las mujeres y a lo que es diferente, poniéndolo como anormal y enfermo; como es el caso de el homosexualismo que es una orientación sexual afectiva tan normal como ser bisexual o heterosexual, pero la sociedad la cuestiona como algo anormal, como una enfermedad.
La sexualidad es un derecho de todas y todos!!!
Todos necesitamos tener consciencia sexual, para que cuando el deseo nos devore, no suframos nuestros arrebatos-arrecheras.
ResponderEliminarGracias, y sobre todo disfrutemos sanamente del placer, sin convertir el amor y las relaciones de pareja en un sufrimiento.
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